El cielo está oscuro,
arrodillados en una sala negra,
llorando y suplicando que todo acabe.
Oímos rugidos, exploraciones,
¿Qué hemos hecho para merecer esto?
Nada más que ideas.
Veo a un niño llorar,
junto al cuerpo de su padre ensangrentado.
Lágrimas me resbalan de los ojos
y caen en el frío suelo de la estación.
De repente,
un estruendo rompe el silencio,
y todo se llena de fuego.
Caigo en el suelo inconsciente. ¿Muerto?
No, poco a
poco, me levanto.
Tirado, entre muertos,
moribundo en una calle de Madrid.
¿Qué hemos hecho para merecer esto?
El cielo está oscuro en Madrid.
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