jueves, 6 de septiembre de 2012

Con el puño al aire

Cuando todo esté oscuro,
cuando las tinieblas manden,
cuando no se vea luz al final del camino;
me levantaré y con el puño cerrado
al aire, avanzaré cantando.

Cuando estemos fríos como muertos,
cuando la libertad esté entre rejas,
cuando las cadenas de la amargura
presos nos tengan.

Romperé las cadenas silbando;
paso a paso avanzaré con una
rama de olivo en mano y el puño cerrado.

Cuando libertad no aparezca en el diccionario,
cuando el mundo se desmorone a nuestros pies,
cuando la guerra parezca la única solución,
cuando el ejército gobierne en la ciudad.

Me plantaré y cantando a voz abierta
avanzaré olivo en mano y puño al aire,
aguantaré.

Y ante rifles, pistolas y armas negras,
silbaré y ante las amenazas y
crueldades de la vida,
erguido y con el puño
cerrado, seguiré silbando.

Pues, amigos y camaradas, 
el arma más poderosa del ser
no es, sino, la palabra.

FLG

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